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Alaskan Bush Cluedo: ¿Quién disparó al oso?

Buen fin de semanas a todos y a todas. Sé que se está haciendo larga la espera de la segunda parte de Nueva York, pero os aseguro que valdrá la pena. Una pista, ¿Recordáis el primer capítulo de Tierra Mojada? Pues la cosa va por ahí... Y hablando de pistas, he querido dedicar unos "minutitos" esta semana a intentar despejar otra de las grandes incógnitas de la novela, y así, que la espera para Nueva York parte II se haga más corta: ¿Quién disparó al oso que atacó a Matt y salvó su vida y la de Ayla?

He recopilado todas las posibles pistas que nos dejan caer: Ayla, Matt, Alba, Gabe, Bam... a lo largo de los últimos capítulos. ¿Seréis capaces de descubrir quién fue el heroico tirador? La respuesta la tendréis en: Cartas desde Browntown, el capítulo que seguirá a Nueva York, parte II.

¡No olvidéis dejar vuestra respuesta en los comentarios y compartir el post en Redes Sociales!

Comencemos: Estos son los personajes principales que han habitado Browntown hasta el capítulo XIX.



Recreemos la escena anterior al ataque: toda la familia estaba reunida en la casa principal de Browntow, en una pequeña cena de despedida para Alba. Momentos previos a la partida de Matt, la mayoría de los invitados estaban bailando en el salón: Billy con su hija Rainy, Noah con su madre, Gabe y Alba, Snowbird y Matt permanecían cerca de la mesa del comedor. Bear charlaba con Ayla cuando Matt salió a la tormenta.
Bam Bam no se encontraba en la isla cuando tuvieron lugar los sucesos, estaba en Anchorage buscando a Allison y Mr. Cupcake es un perro, así que tampoco pudo empuñar el rifle.




Pista Nº1: Los primeros recuerdos de Ayla son justo después del ataque: sostiene a Matt herido en sus brazos.

Pista Nº2: Una bala perdida entre los árboles.

Pista Nº3: Posteriormente, recuerda como se llevan a Matt en helícópeto, en la escena: Billy da órdenes, Ami grita y Rainy llora. Bear y Alba la sujetan. 

Pista Nº4: Ayla despierta en el hospital arrebujada en la chaqueta de Bear.

Pista Nº5: Al ser envestido por el oso, Matt se golpea la cabeza con una piedra, quedando en un estado semiconsciente.

Pista Nº6: Billy, Rainy, Noah, Gabe y Alba vuelven a Hoonah mientras Bam, Ayla, Ami, Bear y Snowbird permanecen en Ketchikan junto a Matt.

Pista Nº7: En el traslado de Hoonah a Ketchikan, Birdy grita, Rainy llora agarrada de la mano de su madre y Bear consuela a Ayla.

Pista Nº8: Ayla escucha un tiro a lo lejos y los osos se van. En ese momento, Matt yace tirado en el suelo.

Pista Nº9: Ayla cree que el misterioso tirador ha sido o Billy o alguno de los chicos Brown.

Pista Nº10: El primero en llegar a la escena del crimen es Gabriel Brown, lleva un rifle en la mano.

Pista Nº11: Ami detecta unas heridas extrañas en los hombros de Ayla.

Pista Nº12: Ayla se lamenta de no saber disparar y no poder proteger a Matt.

Pista Nº13: Matt y Ayla niegan mutuamente recordar algo sobre el ataque.

Pista Nº14: Matt admite recordar quien disparó.

Pista Nº15: Alba encuentra el vestido desgarrado de Ayla y Gabe lo quema.

Pista Nº16: Alba cree que Gabe disparó.

Pista Nº17: Gabe niega haber disparado.

Pista Nº18: Ayla sigue traumatizada por el accidente.

Pista Nº18: Ayla recuerda que se hirió los hombros cuando se cortó con la corteza de un árbol. Sintió un golpe en el pecho y el disparo le revolvió el estómago.


Bueno, hasta aquí "todas" las posibles pistas, tenéis que tener en cuenta de que puede que algún personaje esté mintiendo por algún que otro motivo, o quiera ocultar algo. También, advertiros que no todas las pistas son útiles, de eso trata el juego.

Si creéis que me he dejado alguna pista, siempre podéis releer los capítulos donde aparecen la mayoría:

Capítulo XVII: El ridículo vestido azul. http://aylahurst.blogspot.com.es/2017/06/capitulo-xvii-el-ridiculo-vestido-azul.html
Capítulo XVIII: Mama Ika http://aylahurst.blogspot.com.es/2017/07/capitulo-xviii-mama-ika.html
Capítulo XIX: El Libro de Gabe https://aylahurst.blogspot.com.es/2017/09/capitulo-ixx-el-libro-de-gabe-por.html
Capítulo XX: Nueva York (Parte I) http://aylahurst.blogspot.com.es/2017/10/capitulo-xx-nueva-york-parte-i.html

Venga, que os voy a ayudar un poquito, de momento, con la información de la que disponemos, podemos eliminar a dos sospechosos más:

Alba: Cree que fue Gabe el que disparó, por tanto no fue ella.

Gabe: A pesar de ser el primero en llegar y llevar un rifle en la mano, él afirma que no fue él el que disparó.




En los recuerdos de Ayla, no aparece Noah por ningún lado, lo que nos hace pensar que no estaba presente en la escena, y por tanto tampoco puede ser el supuesto tirador.



Hay que tener en cuenta de que tenemos a dos personajes que juegan al despiste:

Matt: La herida de la cabeza lo dejó en un estado de semi consciencia, pero aún así consiguió articular palabras y frases con sentido. Ayla dice que estaba en el suelo cuando escuchó el disparo, pero sus recuerdos son borrosos, por tanto, Matt pudo disparar y luego caer. Al mismo tiempo, Matt dice saber quién es el tirador. ¿Podría ser una alusión a qué fue él mismo?

Ayla: El trauma que le dejó el accidente pudo ser en parte por el hecho de tener que empuñar un arma. Además, Ayla afirma no ser muy buena tiradora, el animal no murió, sino que se espantó por el ruido. Quizá ella intentase darle y falló, por eso dice que no puede proteger a Matt. También tiene heridas en los hombros que se hizo al chocar muy fuerte contra un árbol de gruesa corteza. Alguien pudo haberla empujado contra el tronco para protegerla, o el mismo retroceso del disparo la hizo estamparse.




Ya solo nos quedan cuatro posibles tiradores:

Billy: Experto cazador y tirador. No sería el primer oso contra el que dispara.

Ami: La mamá súper protectora. Dispuesta a enfrentarse a lo que sea para mantener a salvo a sus polluelos.

Bear: Salvaje, rápido e intrépido. Siempre listo para plantar cara a un tocayo.

Snowbird: La mejor tiradora de Browntown. ¿Fallaría un tiro estando la vida de dos personas en peligro?

Rainy: La menor pero no por eso más inmadura. Valiente y gran tiradora.

Ya sabéis, dejad en los comentarios quién creéis que ha sido el "misterioso tirador" y por qué lo oculta. Pero antes de que os vayáis, ¿A caso creéis que os habría hecho llegar hasta aquí sin daros una golosina por el esfuerzo, no? ;) ¡Por supuesto que no! Esto es como la escena post crédito de una película de Marvel. Pues aquí va mi regalo:



¡AVANCE EXCLUSIVO DE NUEVA YORK PARTE II!

-Quiero preguntarte muchas cosas, pero no sé por dónde empezar…-dije insegura. Me aterrorizaba mirarlo a la cara, pero aún me daba más miedo mirar hacia abajo. Su pecho desnudo se movía agitado, como si en lugar de haber terminado de darse una ducha, hubiese estado corriendo una maratón. Gotitas de agua le resbalaban por la piel hasta perderse en la selva virgen que se ocultaba bajo la toalla. La línea de vello plateado de su estómago prácticamente había desaparecido, y ahora era blanca y gris. Sus ojos también habían cambiado, estaban tristes y sombríos… Y su cabello, antaño revuelto y brillante como la plata bruñida, ahora le caía gris ceniza enmarcándole el rostro demacrado.
-Empieza por donde quieras.-respondió él, tranquilo, concienciándose de la multitud de explicaciones que debería darme. Tenía la piel del pecho y las mejillas coloradas por el agua caliente.
-Estás diferente.-dije sin pensármelo demasiado e inconscientemente alargué la mano hacia él. La retiré de inmediato. Matt agarró mi muñeca, presionando notablemente con los pulgares, y la colocó sobre su pectoral izquierdo. Sentí como bajo mi palma, su corazón latía:
-Adelante.-dijo Matt-No tengas miedo.
Acaricié las cicatrices rosadas y blancas que tenía esparcidas por todo el torso: algunas las conocía de hace mucho tiempo: una caída desafortunada, una pelea entre hermanos… Otras, eran tan recientes que casi podía percibir el dolor que le infligían. Un cosquilleo me recorría la yema de los dedos cada vez que las tocaba.
Había perdido mucho peso, podía reseguir la forma de sus costillas con la mano. Llevaba una gasa en un costado, algo sucia pero sin sangre. Me pregunté qué le habría pasado, pero de todas las cosas que tenía que preguntarle, aquella era la más insignificante. De su torso pasé a sus hombros y a sus brazos, seguían tan fuertes como siempre. Le agarré de las manos, llevaba un tatuaje nuevo en los nudillos: una especie de pequeñas plumas indias. Ya no tenía las palmas tan destrozadas como de costumbre, llevaba tiempo sin trabajar la madera, sin pescar y sin cazar…Eché en falta el frío metal de sus anillos rozándome la piel. Sus manos habían perdido su tacto habitual de herrero medievo. ¿Habrían perdido también su capacidad de acariciar como tejedoras de seda? Después le acaricié la mandíbula, áspera con la barba de dos días. Tenía las mandíbulas hundidas y dos bolsas negras bajo los ojos azules. Matt siempre había sido propenso al insomnio, pero jamás le había visto con aquellas ojeras. Seguía teniendo los labios llenos de trocitos de piel, por su incesante manía de mordérselos. Incluso estando serio, distinguí los dos pequeños hoyuelos que se formaban cuando reía. Una densa niebla nublaba su mirada, antaño azul como el cielo despejado del verano, el que anuncia que el día es perfecto para salir a navegar. Manoseé el cabello de su nuca, quebradizo como la paja, que se soltaba en seguida apenas rozarlo con los dedos. De su cuello, ya no colgaba únicamente un colmillo, sino que se enredaba con otro collar de cuentas blancas y negras. Hasta su olor era distinto: los jabones químicos de mi baño habían eliminado cualquier resto del bosque que quedase en él: no olía a cedro, ni a agujas de pino ni a agua salada, ni al almizcle de su sudor. Ya no olía a tierra mojada. Apretó mi mano contra su piel y cerró los ojos, durante un instante, Matt Brown descansó:
-¿Has terminado de estudiarme?-el corazón me dio un vuelco a recordarlo. Forzó una sonrisa cansada.-Tú también estás distinta: tienes el pelo diferente
-Se llaman mechas californianas, y están de moda.-repliqué.
-Pues me gustaba más antes. El rubio no te favorece y has ganado peso-“no me refería a ese tipo de cambios, pero gracias por recordármelo”-y tampoco llevas la misma ropa. Es más, el día que te conocí, llevabas un pijama de seda como este, solo que aquel era rosa, no azul…
Al tiempo que decía aquello, su mano se extendió hacia mí y con suma delicadeza me agarró un pecho. El cuerpo se me paralizó al instante, pero no hice ningún movimiento para apartarlo, al contrario, tenía miedo de hacer algún movimiento brusco y espantarlo.
-¿Qué estás haciendo?-susurré con la voz vibrante. Matt estaba en una especie de trance, acariciando con dulzura mi pecho sobre la seda azul. Empapándose de los recuerdos que evocaba, del tacto, de su sabor y del placer que nos proporcionaba a ambos que lo agarrase por los dientes.
-Sí, es exactamente como lo recordaba. Hay cosas que nunca cambian.-esta vez, la sonrisa no fue forzada.
Con cuidado, deslizó su otro brazo alrededor de mi cintura, levantó la camiseta y permití que sus manos de herrero acariciasen mi piel cálida. Un escalofrío me recorrió la espalda al sentir sus dedos fríos sobre mí. Deslizó la chaqueta de lana por mis hombros y recorrió los brazos con el vello erizado. Acercó su rostro al mío y hundió la nariz en mi pelo.-“Me está estudiando”-Se volvió a centrar en tocar la cintura, en medir su curva, la débil pronunciación de un vientre no ejercitado, rozar el tatuaje con los dedos, con temor a que si lo hacía demasiado fuerte, terminaría arrancándomelo de la piel. Me sorprendí buscando el tacto de sus hombros, mis manos temblaron solo de pensarlo y desestimé la idea en seguida. No recordaba que Matt se hubiese arrodillado ante mí, con ambas manos sujetándome con fuerza las caderas y jugueteando con la goma del pantalón corto.
-Ante todo, hay cosas que nunca cambian.-repitió. Sus ojos temían encontrarse con los míos-Te ves diferente, tu olor es distinto, pero tu tacto es el mismo. Me pregunto si sabrás igual…
-Matt…-su nombre se me escapó en un suspiro, al tiempo que deslizó el pantalón por mis caderas, separó ligeramente los labios externos y me besó dentro. Un cosquilleo comenzó a subir desde su beso a través de mi cuerpo hasta salir por la boca en forma de ola de placer. Mi cuerpo me decía, no, me gritaba, que llevaba mucho tiempo esperando sentir aquella sensación, buscando aquella pieza que encajaba tan bien, el perfecto rompecabezas que formábamos. Ya no eran sus labios, su lengua había encontrado mi nódulo y se saludaban eufóricos. Pronuncié su nombre de nuevo, ya no como una señal de que se detuviera, sino de que no parase. Se estaba formando un océano entre mis piernas, no sabía exactamente el motivo: quizá porque echaba más de menos a Matt de lo que me imaginaba, o quizá por qué el sexo con Alfie era tan malo que me excitaba cualquier cosa mínimamente mejor. A lo mejor aquella postura tenía la culpa: con las piernas ligeramente abiertas y la plenitud de su boca entre ellas. O quizá una mezcla de todo. Fuese como fuese, la cuestión es que sentía que iba a correrme de un momento a otro.
Mi mano se deslizó hacia su cabello y lo acaricié empujando la cabeza hacia mí. El roce de la barba de dos días contra mis muslos desnudos pasó de ser un molesto picor a una sensación verdaderamente excitante. Mi respiración se agitaba cada vez más deprisa y el corazón latía con la misma intensidad con la que lo hace mientras ves una película de suspense. El cóctel explosivo provocó que me temblasen las piernas hasta casi caerme al suelo. Afortunadamente, allí estaba Matt para agarrarme, cogerme en brazos y tumbarme en la cama. En el camino, se le cayó la toalla y fue de mi agrado ver que en realidad estaba tan excitado como yo. Se inclinó sobre mí y me besó en los labios: el sabor de mi cuerpo, ansiándolo, el de mi saliva y el de la suya se mezclaron en mi boca. Intenté devolverle el favor acariciando la punta de mi objeto de deseo. Sentía el calor que emanaba a la distancia, pero Matt me impidió con actitud seria acercarme lo más mínimo. Su característica sonrisa se iluminó en su rostro demacrado y ojeroso cuando introdujo dos dedos dentro de mí y observó la respuesta de mi cuerpo con placer. Mi espalda se arqueó como el arma de Guillermo Tell antes de ensartar la manzana. La piel de todo el cuerpo se me erizó cual corriente eléctrica y mi boca dejó escapar un sonoro grito de ayuda que absorbió con el aliento. Mi cuerpo reaccionaba con impulsos en cada movimiento: eran rápidos y fluidos. Los músculos de él estaban tensos, luchando para vencer aquellas ganas de penetrarme, de hacerme suya. Ya habría tiempo para eso, pero todavía no era el momento. Encontré su rostro en mi danza ancestral para encontrar el clímax. Le mordí el labio inferior tan fuerte que le hice sangre. Matt reaccionó al dolor pero no apartó su boca de la mía, momentos después, entre los fuertes pálpitos de mi intimidad, nació un río. Matt rodó hacia un lado, su pecho se movía tan rápido como el mío, como si el orgasmo hubiese pasado de mis pulmones a los suyos. Mientras aún me estaba recuperando de las oleadas de placer, él introdujo en mi boca los dos dedos que antaño habían estado dentro de mí. Era un sabor penetrante e intenso, aguado por la saliva, hipnotizador y analgésico… Lo paladeé con gusto y succioné sus dedos para deleite de él, que me miraba con ojos de lobo y boca salivante.
-Sí,-dijo orgulloso y entre jadeos.-sabes igual.

NOTA: Estoy pensando en cambiar el título de la novela, no me acaba de convencer y no se me da muy bien eso del título. ¿Ideas?







Comentarios

  1. Creo q el disparo,lo hizo bear,q los estaba espiando.tierra mojada,es buen titulo.. aunque tal y como va la historia,podría ser tierra húmeda..
    El avance,me gustó,aunque no se q dejas para después de esta escena,me muero por saber más.gracias de nuevo.estoy siguiéndote y tmb una serie,q encontrareis en YouTube,my mad fat diary.echarle un vistazo!gracias again

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    1. La teoría de Bear es una de mis favoritas, en parte es uno de los que tiene más motivos para estar allí, ¿no? aunque nadie le recuerde... ¡Me pasaré por tu canal! Un abrazo.

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  2. Vaya con el avance, que nos dejas para después? :)
    Yo dije desde el principio que fue Bear, a ver si he acertado...😉

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    1. Jajajaj si esto es el avance imagínate como será el resto...

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    2. No sé si soy capaz de imaginarlo, jajajajaja

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  3. Pues yo creo que fue Ayla y, como Matt dice saber quién disparó, ha ido a buscarla porque sabe que le salvó la vida... Aunque la teoría de Bear también la he sopesado; pero me parece más romántico que sea Ayla...
    Por cierto, no había comentado antes, pero que sepas que me encanta la historia y estoy muy enganchada y con muchas ganas de saber que más pasa; aunque, sinceramente, esperaba que Ayla se hiciera un poquito más de rogar, creo que Matt se merece que sea más dura con él, aunque por dentro se muera por él...

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    1. Me alegra de que te guste la historia. No es la primera vez que me comentan que Ayla debería hacerse más de rogar. Te prometo que lo estoy estudiando para hacerlo de una manera que encaje en el carácter de Ayla, que es bastante "sumisa" por naturaleza.

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  4. Me gusta mucho esta historia. Engancha desde el primer momento. En cuanto al tirador yo creo que fue Ayla.

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    1. ¡Me alegra de que te guste! La idea de que Ayla juegue al despiste también es de las que más me llama la atención. ¡Un abrazo! Por cierto, me encanta el nombre... Arwen, la estrella de la tarde. <3

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  5. Creo que fue Bear el que disparó, que los estaba espiando desde algún árbol y el avance me ha encantado, a la espera de ver cómo continúa.

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    1. Bear es de los que tiene más motivos, hablaba con Ayla justo antes de que se marchase, y tiene las habilidades necesarias para espiar entre los árboles sin que nadie le vea... Además todos sabemos lo que siente por ella.

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  6. Yo creo q fue Ayla porque tiene las heridas por chocarse con el arbol a causa del retroceso del arma. Ufff que intriga...no me quedan uñas con la espera; se me esta haciendo eterno.������

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    1. Si todo va bien, ¡ESTE FIN DE SEMANA PUBLICO EL CAPÍTULO! jajajaaja.

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  7. Hola me encanta el programa,me gusta mucho Bam bam,esa parte que están hablando ustedes no lo vi,me gusta mucho esa familia más Bam Bam es lindo

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