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Uncharted: el legado de Drake

Veinte años después del retiro "oficial" del legendario cazatesoros: Nathan Drake, su hija Cassey decide ir tras los pasos de su padre. Leyendo los cuadernos blancos de Cassandra Morgan y guiada por el mismo espíritu aventurero que caracteriza a su tío Sam, Cassey va tras la pista de los últimos escritos de Sir Francis Drake, dispuesta a descubrir que de verdad desciende de la sangre del mismísimo pirata. ¡No os olvidéis de leer la carta que os dejo al final del post!                                                                                                                                                      ...

Capítulo XIV: Anne-Lisset. Un relato del Capitán Bam

-¡Bam!-a pesar del estridente grito, Joshua Bam Bam Brown fingió no sorprenderse y siguió con su tarea de despejar el claro de hierbajos. Ayla surgió de entre los matorrales con un aspecto lamentable: tenía los vaqueros llenos de barro, el pelo sucio y enredado y la sudadera salpicada de tierra y sangre. Apenas le dirigió una leve mirada a través del cristal oscuro de las gafas de sol. Otro de los muchachos se hubiese abalanzado sobre ella para preguntarle si estaba bien, pero no sería él, a él le daba exactamente igual si la chica se hubiese despeñado por un acantilado y se hubiese hecho algún que otro rasguño. Ayla se plantó entre trompicones a su lado, pero Bam ni siquiera dejó el machete al lado para hacerle caso: -¿Necesitas algo?-preguntó con su voz soberbia al ver que la muchacha no iba a alejarse hasta que le prestase atención. -Tengo que hablar contigo. -Estoy trabajando. -Es urgente.-respondió en un tono de autoridad que sorprendió al mismísimo Bam. -Puedo hablar...

La princesa de las cenizas

La melodía de Val era tan triste, pero a la vez tan hermosa que toda la tripulación se mantenía en un silencio espectral para poder escucharla. El drakkar con el skrill pintado en la vela mayor, atusaba suavemente las olas como un recién casado acaricia por primera vez los cabellos de su esposa. La princesa Valdir parecía más un fantasma que una doncella recién prometida. Envuelta en una capa y con la capucha cubriéndole la cabeza, tenía la mirada perdida en la oscuridad de la popa. De sus labios nacía una canción sobre una solitaria reina, obligada a dejar todo lo que ama por proteger a su familia, y condenada a vivir eternamente sola en un palacio de cristal. Al contramaestre de Dagur se le cayó una lágrima al imaginarse a la solitaria reina vagando entre sollozos en su solitario palacio de cristal. Todos los marineros estaban engullidos por la voz de la joven, el capitán por los pelos no esquiva un traicionero aguijón de roca que surgía semioculto entre las olas. Todos los marineros...