-Vale, está bien.-rio Ayla que ya iba por su segunda copa de Chardonnay- ¿Queréis saber algo divertido?-el grupo allí reunido, que incluía a Bear, a Lía y a Gabe escuchaban expectantes las palabras de Ayla (todos excepto la hermana, que seguía con la nariz pegada al teléfono)-¿Recordáis a Adam? El hombre alto que estaba conmigo cuando habéis llegado-ante el mudo asentimiento, Ayla prosiguió-pues veréis, su esposa está escribiendo para la editorial un recopilatorio de relatos eróticos, y uno de los relatos ¡es un trío conmigo y su marido! Todos estallaron en carcajadas, la sonora de risa de Gabe eclipsó la risa tímida que Bear intentaba disimular todo lo posible y la incomodidad que le provocaba hablar de aquellos temas delante de Ayla. Se habían reunido para cenar en el patio andaluz de la casa, justo bajo los porches: Teddy se había encargado de pedir pizzas al gusto de todos y había puesto a enfriar un par de botellas del vino favorito de Ayla: un Trapiche Gran Medalla de 2...
La Grandeza nace de los Pequeños Comienzos.