Ir al contenido principal

El Purgatorio

El día que Benny encontró a Dean peleándose con unos vampiros en el Purgatorio, ya hacía casi tres meses que Ayden había desaparecido en busca de Cas, aunque Dean no lo supiese con exactitud, puesto que en ese sucio lugar se perdía la noción del tiempo. Benny ayudó al mayor de los Winchester a vencer aquellas bestias inmundas y que tanto le recordaban a su desaparecida hermanita. (Cazar vampiros era el hobby favorito de Ayden).

-Hay una puerta, que solo pueden cruzar los humanos, así lo dispuso Dios- argumentó Benny con el objetivo de que Dean transportase su alma de nuevo al mundo de los vivos después al cruzar el portal.

Después de una ardua discusión sobre si lo del portal era cierto y sobre si era lícito fiarse de un vampiro, Dean aceptó la propuesta de Benny de que le llevase hasta la puerta y él llevaría su alma consigo.

-Está bien, acepto tu propuesta- afirmó Dean- pero con una condición: antes tenemos que encontrar a mi hermana y al ángel. Sin ellos no me voy...

-No será difícil encontrar a la chica, su humanidad se olfatea a kilómetros. Pero el ángel... con él a nuestro lado somos presa fácil...
Dean Winchester (Jensen Ackles) busca desesperado
a su hermana Ayden en el Purgatorio

-Escúchame Ratoncito Pérez, yo no me largo de aquí hasta que encuentre a mi hermana y ella no se irá si no llevamos al ángel con nosotros. Son mis condiciones, si no siempre puedo matarte aquí mismo y encontrar el portal por mi cuenta...

-Está bien, está bien- acepto el trato- Pero si tu humanidad y la de la chica llaman la atención por si solas, no quiero imaginar como será lo de llevar a un ángel a nuestro lado...

Benny y Dean encontraron a Ayden algunos días después. Un licántropo forcejeaba con ella en el suelo, su hermano mayor llegó justo a tiempo para espantarlo tirándole un anillo de plata que llevaba con él. Levantó a Ayden del suelo y la abrazó:

-No se si darte un abrazo o una patada en el culo- dijo Dean con la joven entre sus brazos.- ¿Por qué te fuiste Ayden? ¿Por qué me dejaste solo?

-Quería encontrar a Cas- dijo con los ojos brillantes.

-Podríamos haberlo hecho juntos Ayden... ¿Te crees que yo no quiero que vuelva a casa con nosotros?

-Estaba muy asustado Dean, tenía que protegerle...- se excusó ella

-Entonces, ¿lo has encontrado?- preguntó con un rayo de esperanza en la mirada.

-Casi, apenas me sacaba un día de ventaja. Pero me di cuenta de que me estaban persiguiendo, bueno a mi no, a Cas y me estaban usando para encontrarle... Así que me desvié del camino hasta perder los, y luego le perdí a él también...

-¿Quién te seguía Ayden?- dijo Dean agarrándola por los hombros y sacudiéndola con fuerza.

-No lo se Dean, solo se que su presencia me ponía muy nerviosa... Noto enseguida si se acercan porque siento escalofríos y una sensación de malestar increíble. 

-Al menos la chica nos sirve de radar...- dijo Benny de lejos, quien no quería interrumpir ese precioso reencuentro familiar.

-Ayden, este es Benny, Benny, mi hermana Ayden. Él nos ayudará a salir de aquí...

-¿Te has vuelto loco?-susurró ella- ¡Es un vampiro!

-No me seas escrupulosa... Eres tú la que se triscó al ángel.

El equipo formado por los dos hermanos Winchester y el vampiro exploró cada rincón del Purgatorio en busca del desaparecido Castiel... Dean se percató las ansias con las que Ayden buscaba a Cas. Peleaba como jamás lo había hecho: matando lobos, vampiros, metamórficos.... Torturaba y aterrorizaba hasta que les decían la verdad, y después los mataba.
No fue hasta pasados unos meses que acorralaron a un vampiro que les merodeaba desde hacía algunos unos días, el monstruo tenía quemaduras graves en la cara, que solo podía haber hecho un ser extremadamente poderoso. Dean intentó presionarle, pero el ser no soltaba ni prenda. 
-¿Dean?-preguntó Ayden al ver que sus métodos de persusión estaban fallando con ese maldito vampiro- ¿Estamos muertos?

-¿Qué clase de pregunta es esa Ayden? ¿Y en serio? ¿No tenías otro momento para preguntarme esto?

-Solo responde- contestó seriamente

-Técnicamente sí- respondió Benny que se había mantenido al margen

-Me vale.

Ayden arrebató el cuchillo a Dean y se lo colocó al vampiro en el cuello, presionando con fuerza, hasta hacerle sangre.

-¿Que me vas a hacer, pequeña?-preguntó el vampiro arrogante- Si ya estoy muerto.

Ayden se rasgó el brazo con el cuchillo y se lo colocó en la boca al monstruo. La sangre de muerto era una tortura insoportable para los vampiros, y teóricamente ella estaba muerta. La joven hizo que el vampiro tragase toda la sangre posible hasta marearse, mientras seguía presionándole el cuello con el machete.  Por fín él cayó al suelo, pálido, tosiendo y escupiendo sangre, muy debil. Ayden también cayó, exhausta y jadeante, a los pies de Dean.

-A tres días al este de aquí- se explicó el vampiro entre respiraciones complicadas- encontraréis un arroyo. Allí está vuestro ángel.

Lo habían conseguido. Iban a encontrar a Cas gracias a la frialdad y a la astucia de Ayden. Pero esa crueldad cada día asustaba más a Dean, que se estaba dando cuenta de como había afectado la pureza de ese lugar a la joven Winchester. Ayden se levantó pesadamente y recogió el machete que se le había caído y se acercó tambaleante al vampiro, de un solo y seco golpe le cortó la cabeza.

-Andando-dijo ella- Aun tenemos mucho camino por delante.

Se colocó el machete sobre el hombro y comenzó a caminar tambaleándose hacia la dirección que les había indicado el torturado vampiro. Dean y Benny se miraron. La obsesión por recuperar a Cas y las sensaciones que provocaba el Purgatorio estaban cambiando a Ayden, la estaban convirtiendo en una auténtica máquina de matar.
Encontraron a Castiel en el lugar exacto donde dijo el vampiro, agachado frente a la orilla, lavándose la cara. Estaba sucio, tenía barba y algunos rasguños por todo el cuerpo. Ayden lo vio de lejos y corrió hacia él gritando su nombre. Castiel se levantó, pero no le dio tiempo a decir/hacer nada, la joven lo envolvió con sus brazos. 

-Cuanto me alegra ver que estás bien...-exclamó ella con la mejilla pegada a su pecho.

-Ayden...- susurró él sin responder al abrazo.

-Bonita pelusa- exclamó Dean refiriéndose a su nueva barba y como modo de salutación

-Dean...

-Cas, vamos a salir de aquí. Benny sabe donde está el portal para salir, y ahora que estamos juntos podremos marcharnos.

-No puedo, Ayden... 

-¿Qué? ¿Por qué no?- él la apartó bruscamente de su lado y evitó mirarla a los ojos para no reblandecerse ante esa mirada que lo tenía enamorado

-¿Por qué crees que me marche Ayden? ¡Me están persiguiendo!

-A todos nos persiguen, Cas, por eso necesitamos estar juntos...

-¡Los leviatanes! Ayden me persiguen los leviatanes, por eso me marché. Si estoy lejos de vosotros os dejarán tranquilos. No me importa pasarme la eternidad huyendo mientras sepa que estáis a salvo...

Ayden ya sabía de quien era la presencia que había sentido mientras lo buscaba

-Cas, no digas eso. Podemos luchar juntos, como siempre hemos hecho... No quiero perderte de nuevo. 

-No voy a repetirlo Ayden, marchaos ya- él le dio la espalda, intentando aparentar que ella ya no le importaba, que estaba mejor solo. Pero a los dos se les inundaron los ojos de lágrimas. Ayden se alejó unos metros y encontró refugio en los brazos de Benny.

-Es lo mejor, hermana- dijo el vampiro- No es 100% seguro que el ángel pueda cruzar el portal, y además, solo nos faltaría que nos persiguiesen los leviatanes, ya tenemos bastantes problemas los vampiros y los hombres lobo.

Dean observó la escena, vio como Benny calmaba a Ayden y se lo agradeció con un movimiento de cabeza. Después se dirigió a Cas:

-Cas, colega, escúchame.-Castiel no se dio la vuelta para hablar con Dean, pero él continuó hablando- Tienes que venir con nosotros, se que eres poderoso y que no tienes miedo a enfrentarte a nada, pero este no es tu sitio. Tu lugar está fuera de aquí, con Ayden, conmigo y con Sam. Ya hemos matado leviatanes antes, ¡podemos con ellos! Joder Cas, no lo hagas por mi si no quieres, ni por ti. Hazlo por ella- el ángel miró discretamente a la joven, que seguía llorando en los brazos del vampiro- Se que la quieres, y  se que quieres protegerla, pero conoces a Ayden, es la persona más testaruda del mundo. No se moverá de aquí hasta que vengas con nosotros, y si por algún extraño motivo sale sin ti, ¿quién sabe las locuras que haría por salvarte? Está cambiando Cas, este lugar la está haciendo diferente: más fría, más cruel... Te necesita, y yo también. Así que haz el favor de mover tu culito alado donde te indica el vampiro, y rápidito, que es para hoy....

Benny se percató enseguida del "vínculo" que había entre la joven y el ángel. Como se protegían el uno al otro, como se ayudaban. Cuando el se quedaba atrás ella le tendía la mano, él la cubría cuando tenían que enfrentarse algún monstruo... Finalmente, después de una batalla, vio como ambos se besaban, y preguntó a Dean que pasaba entre ellos... 

-Están atados por un hechizo. Sienten si el uno o el otro está en peligro, o si está triste o algo parecido. De echo, pensábamos que Castiel había muerto, pero Ayden estaba completamente segura de que seguía con vida, la tomamos por loca, pero nos demostró que no. Su unión es muy poderosa, casi inquebrantable. Y lo de los besos y las manos es otra historia, es una manera que tiene Ayden de transmitir su energía a Cas.

-¿Solo es eso? ¿Un hechizo? Porque parece algo más...
Benny (Ty Olsson), Castiel (Misha Collins)
y Dean (Jensen Ackles) buscando la salida
del Purgatorio

-Ella es solo una niña, ya se cansará de él...- dijo Dean muy serio cargando su machete al hombro mientras observaba como la pareja se miraba tiernamente agarrándose por los antebrazos.

Unos días después, Ayden abandonó su lugar en la fila que habían establecido: guiada por Benny, seguida por Dean, y cerrada por Cas, para ponerse al lado de su hermano, y avanzó el paso para qu el ángel no les oyera...

-Dean, tengo que hablar contigo- dijo tímidamente.

-¿Ocurre algo?- preguntó él sin prestar demasiada atención a su hermana. Estaba demasiado ocupado manteniéndose alerta.

-No es 100% seguro de que Cas pueda cruzar el portal como tu y yo, ¿cierto?

-Ajá...- respondió el otro.

-Dean, escúchame bien: Cuando encontremos el portal entrarás tu primero, y después Cas, y si al final resulta que él no puede pasar...- ella tragó saliva- prométeme que si él no puede pasar me dejarás aquí.

Dean se giró de golpe, sorprendido, y agarró a su hermana por el hombro.

-¿Qué? ¿Te has vuelto loca? ¿Cómo quieres que te dejé aquí? Ni hablar Ayden, tú vendrás conmigo...- Dean siguió avanzando.

-¡Dean! Escúchame. No voy a dejarlo aquí solo, ya encontraré otro modo de llevarlo a casa, o tú cuando vuelvas a lo mejor descubres algo. Pero no voy a perderle Dean, no, otra vez no... Tu debes volver, Sam te necesita, debe saber que estás bien, pero yo... es cierto que echo de menos a Sam, pero Cas me necesita más que él, y lo sabes.

Dean miró a Ayden con el ceño fruncido aunque con una pizca de orgullo en su mirada. La había educado bien, era leal, honesta, fiel a si misma y a su corazón. Dispuesta a darlo todo por su familia, sin duda era toda una Winchester. Él siempre la vería como una niña pequeña, como su dulce y tierna hermanita, pero la pequeña había crecido y se había convertido en una valiente joven, y aunque a Dean le costase aceptar que su niñita se había hecho mayor, ya sabía que era hora de dejarla tomar sus propias decisiones. Se agachó hasta la altura de Ayden, le acarició la trenza y la sujetó por los hombros.

-No será necesario que te quedes con Cas, porque saldrá con nosotros. ¿de acuerdo? Saldremos los cuatro juntos...

-Dean, prométemelo.

Él abrazó a su hermana, sintiéndose muy orgulloso de ella. La miró a los ojos.

-Te lo prometo- dijo él con un hilo de voz forzado.

Ella se lo agradeció con una sonrisa y ambos siguieron andando, no se percataron de que Cas estaba detrás, y lo había oído todo. Su pequeña Ayden dispuesta a pasar el resto de la eternidad huyendo por estar a su lado.

No dormían por las noches, el miedo, el terror, el estar siempre atentos no les dejaba apenas descansar. Por mucho que se organizaran en turnos, siempre permanecían despiertos, pendientes de cualquier movimiento extraño. Una noche, Benny estaba haciendo la guardia, Castiel estaba sentado bajo un árbol, y en otro tronco cercano estaba Dean, abrazando a Ayden. El ángel se levantó y se plantó junto al joven. 

-¿Puedo estar a solas con Ayden?

-Está dormida...- susurró él de mala gana.

-Por favor..- suplicó

Dean cedió y se levantó para acompañar a Benny, Cas se sentó junto a Ayden y la rodeó con el brazo. No la despertó, solo permaneció junto a ella, dándole calor, protegiéndola.
El primogénito de los Winchester observó la escena al lado del vampiro. 
Castiel (Misha Collins) ha escuchado los planes
de Ayden y quiere evitarlos para protegerla

-Con el ángel llamamos demasiado la atención. Están cerca, la chica lo percibe, pero no quiere decir nada por temor a que él se vuelva a marchar.

-Lo se.

-¿Qué vais a hacer si Castiel no puede salir por el portal?

-Pasará- dijo Dean muy seguro.

Apenas unos días después, tal y como predijo Benny, los leviatanes los alcanzaron. Castiel pudo ver por fin que Dean tenía razón, Ayden había cambiado, era más sangrienta, más cruel... Mejor cazadora. Un leviatán le abordó y fue rescatado por el vampiro. Intercambiaron una mirada de fraternidad bajo la atenta mirada de Dean y Ayden.

Ya estaban cerca, la humanidad de los hermanos Winchester encendía la parpadeante luz azul que señalaba el portal. Dean realizó el correspondiente ritual y atrapó el alma de Benny dentro de su brazo, para transportarlo al otro mundo. Ayden tomó de la mano a Cas y le miró fijamente. Él la atrajo hacia si y la besó en los labios, con amor, no le había transmitido su poder, solo la había besado, porque quería, para demostrarle que la quería aunque nunca se lo diría. Dean ni se inmutó, sabía que la hora de la verdad se aproximaba y era consciente de lo que le había prometido a Ayden...
Avanzaron un poco más, y los leviatanes saltaron sobre ellos. Trabajando en equipo consiguieron librarse de ellos, una vez más, el vínculo de poderes entre Castiel y la joven Winchester les había salvado, pero Castiel se llevó una buena paliza antes de ser salvado por los Dean y Ayden, estaba herido... El portal se cerraba, debían darse prisa o quedarían atrapados en el Purgatorio para siempre. Dean fue el primero en escalar la pared y llegar a la cima, Cas estaba herido, e iba más despacio, Ayden estaba a medio camino, mirando hacia atrás todo el rato para asegurarse que el ángel escalaba tras de si.  La muchacha ya casi había llegado a la cima, con el ángel pisándole los talones.

-¡Vamos Cas! Ya casi estamos.-Una mueca de dolor inundó el rostro del ángel- ¡Vamos! Puedes hacerlo!

Dean alargó los brazos y subió a Ayden a la cima del montículo, con el portal justo detrás, solo tenían que saltar. Castiel estaba casi con ellos, una roca se desprendió al apoyar el pie y resbalo.

-¡Cas!- gritó Ayden que se tumbó en el suelo y alargó el brazo. Cas le cogió la mano con ambos brazos- ¡Tranquilo, ya te tengo!

-Ayden, el portal...- gritó Cas, pero ella parecía no oírle.

Dean agarró a su hermana por la cintura y tiró de ella hacia arriba.

-Ya casi estamos, aguanta...

-Dean- gritó Castiel- ¿Estás sujetando fuerte a Ayden?

-Claro que si, ¿ pero por qué preguntas eso ahora?

Castiel le dedicó una mirada de arrepentimiento a Ayden y le susurró un "lo siento". Se soltó de una mano. La joven notó como los dedos del ángel se resbalaban entre los suyos... 

-No...- susurró con la voz cortada mientras veía como Castiel caía al suelo y del impulso Dean y ella caían dentro del portal.


*    *     *

Ayden no paraba de pensar en Castiel soltándose de su mano. Se había dado una ducha de agua caliente, la sangre, las costras y los rasguños ya se estaban curando, se había desecho de la ropa que la había estado acompañando durante ese largo año: los vaqueros, la camiseta blanca con una calavera pintada, la cazadora marrón y las zapatillas de tela. Se había quitado la trenza y se había cortado un poco el pelo. Se miró al espejo empañado, se sentía limpia, pero no tan pura como se había sentido en aquel lugar, donde seguía atrapado Cas, donde se había convertido en una auténtica máquina de matar. Inconscientemente acarició su amuleto, el que él le había regalado
Se puso unos vaqueros limpios y una camiseta de tirantes gris, después se sentó en una de las camas de la cabaña de Rufus e intentó ponerse las botas de cordones. Al agacharse notó como la cabeza le daba vueltas y casi se desmaya si no llega a ser por Sam, que entró en la habitación para ver si Ayden estaba bien:

-¿Necesitas ayuda?

-Sam...- dijo ella sujetándose la cabeza- No, estoy bien- forzó una sonrisa.

-¿Seguro? Anda, déjame ayudarte ¿Recuerdas cuando eras pequeña, y nos pasábamos las tardes aprendiendo a atarnos los cordones?- ambos sonrieron al recordar aquel tierno momento de su infancia.

El hijo mediano de John Winchester ayudó a Ayden a ponerse los zapatos y la camisa de cuadros rojos. Después tomó asiento a su lado.

-¿Estás bien, Ayden? ¿Quieres comer algo?

-No, estoy bien... Es solo que es difícil acostumbrarse a esto de nuevo. Comer, beber, dormir, no tener que estar en guardia las 24 horas del día... Creo que he sido incapaz de conciliar el sueño durante una noche entera, sigo pensando que en cualquier momento un vampiro se lanzará sobre nosotros. 

Sam rodeó a su hermana con el brazo y la acercó hacia él. Dean era mucho más protector con Ayden que Sammy, pero el menor siempre había sido su confidente, su mejor amigo, al que podía contarle todo. Habían pasado un año duro, los tres, pero ahora volvían a estar juntos, aunque se palpase una cierta tensión entre ellos...

-Ayden, he hablado con Dean, está, está muy molesto conmigo por no haberle buscado... Pero entre vosotros dos también ha sucedido algo...- la joven bajó la mirada- También me ha contado lo de Cas... Lo siento pequeña, no puedo ni imaginarme como lo estarás pasando...

La Winchester forzó una sonrisa

-Suena a que tu también has perdido a alguien este año

-No intentes hacerte la fuerte Ayden,-la regañó Sam- ambos sabemos que pasó cuando perdimos a Cas en el río. Casi mueres tu también. Dejaste de comer y de dormir, estabas obsesionada con encontrarle.

-Y aún no se me ha pasado esa obsesión, Sam. Lo veo en todas partes, en la ventana, andando por la calle, reflejado en el espejo... Creo que me estoy volviendo loca... - se llevó las manos a la cabeza y ocultó su rostro...

-¿Por qué no me cuentas que pasó exactamente, Ayden?

-Primero tienes que hablar tu...

-Está bien- suspiró Sam- Tu ganas esta vez, Ayden. Atropellé a un perro, la veterinaria que lo curó se llama Amelia, y es la mujer más fantástica que he conocido jamás, surgió el amor y luego se apagó, fin. Te toca.

-¿Y por qué se acabó?

-Ayden...- le regaño dándole un suave golpe con el hombro. Habla.

-Está bien... Dean me prometió que si Cas no cruzaba el portal no me obligaría a cruzarlo con él. Me quedaría allí, con él, hasta encontrar otra solución...

-Dean me ha dicho que murió.

-Estaba muerto por dentro Sam, había perdido las ganas de vivir, de luchar. Después de todo lo que había pasado... Se merecía tener un final feliz. 
Sam Winchester (Jared Padalecki)
está muy preocupado por el estado de
salud de su hermana, que acaba de perder
a un ser muy querido


Ayden se echó a llorar sobre los brazos de Sammy.

-Me siento tan culpable por no haberos buscado. Creía que habíais muerto...

Ella se enjuagó las lágrimas con la manga de la camisa...

-No te culpo Sam, hicimos una promesa, te merecías vivir tu vida. Y yo debería seguir allí, con Cas -se lamentó.

-Todos hemos cometido errores durante este año Ayden. Lo mejor es olvidarlo y centrarnos en encontrar a Kevin. ¿De acuerdo? Y ahora deja de llorar... No he soportado un año sin mi hermanita para ahora verla así.


*   *    *

Unas semanas después, Ayden continuaba viendo a Castiel por todas partes, Dean la tomaba por loca y le decía que debía de dejar de obsesionarse con el ángel, aunque lo cierto es que el también lo había visto. Una mañana, después de salir de la ducha, Dean se secó la cara con una toalla y en el espejo vio el rostro de Cas, se dio media vuelta y allí estaba él. Vivo, sucio y herido, pero vivo. Había logrado salir...

-Hola, Dean...

Castiel y Ayden estuvieron abrazándose largo rato ante la desconfiada mirada de los dos hermanos mayores. Él le palpaba la espalda y apretaba su cabeza contra él, como si estuviese comprobando que ella fuese real. Ayden no hizo nada, solo le rodeaba con los brazos alrededor del cuello y hundía su cara en el hombro. Con los ojos enrojecidos. Ella lo había visto caer, lo había visto "morir" pero sin embargo estaba allí, con ella. Sabía que algo raro había sucedido, no sabía si alegrarse o estar atenta a cualquier movimiento que hiciese en falso.

-Creí que nunca más volvería a verte- lloró en él meciéndola con dulzura.

A ella se le derritió el corazón ante esas palabras y lo abrazó con más fuerza. Él que nos e fiaba de nada era Dean, era consciente de que Ayden no sospecharía nada porque estaba demasiado enamorada como para investigar si se trataba de una trampa. Pero él si, él permanecería atento, no se fiaba de él, de como había salido de allí o de quién le había sacado. Le había visto morirse por dentro, no quería salir de allí, soltó la mano de Ayden, algo muy raro pasaba con ese ángel, y Dean Winchester estaba dispuesto a sacarle todos los trapos sucios. No iba a permitir que Cas le hiciese más daño a Ayden, no, no a su dulce hermanita. Y no descansaría hasta que la joven olvidase de una vez por todas el amor que sentía por el ángel.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Alaskan Bush Cluedo: ¿Quién disparó al oso?

Buen fin de semanas a todos y a todas. Sé que se está haciendo larga la espera de la segunda parte de Nueva York, pero os aseguro que valdrá la pena. Una pista, ¿Recordáis el primer capítulo de Tierra Mojada? Pues la cosa va por ahí... Y hablando de pistas, he querido dedicar unos "minutitos" esta semana a intentar despejar otra de las grandes incógnitas de la novela, y así, que la espera para Nueva York parte II se haga más corta: ¿Quién disparó al oso que atacó a Matt y salvó su vida y la de Ayla? He recopilado todas las posibles pistas que nos dejan caer: Ayla, Matt, Alba, Gabe, Bam... a lo largo de los últimos capítulos. ¿Seréis capaces de descubrir quién fue el heroico tirador? La respuesta la tendréis en: Cartas desde Browntown, el capítulo que seguirá a Nueva York, parte II. ¡No olvidéis dejar vuestra respuesta en los comentarios y compartir el post en Redes Sociales! Comencemos: Estos son los personajes principales que han habitado Browntown hasta el capítulo X...

La voz detrás de ZETA . Capítulo I y Capítulo II

CAPÍTULO I: EXTRAÑOS EN UN BAR —Siento molestarte, ¿pero tú eres Zeta, verdad? ¿El cantante de Mägo de Oz? Saco el dedo con el que removía la copa de balón de ginebra y alzo la vista hacia los brillantes ojos que se están fijando en mí. Son verdes, redondos, enmarcando un rostro ovalado de pómulos altos, nariz pequeña, rasgos delicados y mejillas sonrojadas. Apenas queda gente en el bar. El concierto ha sido un fracaso, he dado lo peor de mí. Estoy mal, estoy roto por dentro, estoy hecho una puta mierda. Me entran escalofríos al recordar la mirada que me ha echado Txus al bajar del escenario. ¿Cuántos gin—tonics llevaré ya? ¿Tres? ¿Cuatro? ¿Qué hora es? ¡Joder, las tres! Y mañana temprano cogemos el avión de vuelta a Madrid. Los demás se han ido hace rato al hotel. Están decepcionados conmigo, enfadados, furiosos… ¿Cómo he podido hacer un concierto tan malo, apenas unos meses antes de la salida del nuevo disco? No es un buen momento para mí, y ellos lo saben, pero a Txus so...

Capítulo XX: Nueva York (Parte II)

-Será mejor que subamos arriba. Estás empapado, vas a coger un resfriado…-eso fue lo que pronunciaron mis labios, pasivos y calmados, tragándose entre la saliva la vibración de mis cuerdas vocales. En realidad, quería decir algo muy diferente: “Te echo de menos, fui una idiota, tenemos que volver. Vamos a cuidar a tu madre, te necesito, te quiero, te quiero, te quiero…” La reacción por parte de Matt a mi inesperada propuesta era más que evidente en su rostro. -Está bien, tú mandas…-dijo aun saliendo de su asombro. -Yo cogeré tu maleta. Sube las escaleras, voy detrás de ti. Matt desapareció con paso inseguro hacia el piso de arriba. Las lágrimas corrían como cascadas por mis mejillas. Era él, era distinto pero era él. Cerré la puerta con llave y me aseguré que la habitación que se encontraba al final del pasillo estaba cerrada. Le dije a Esteban que todo estaba bien y colgué el telefonillo que había ocultado en el bolsillo de mi bata. Me planté en las escaleras, una llama se ...