Esto es un fragmento de una novela que estoy escribiendo y que me gustaría publicar algún día. Se trata de una novel histórica basada en la rebelión parisina de 1832.
Mi inspiración para esta historia, ha sido como no mi obra preferida: "Los Miserables" de Victor Hugo.
En mi versión: Ayla es una joven francesa que trabaja en una fábrica textil, por un malentendido la despiden y se prostituye para alimentar a su hermano pequeño; Gavroche. El pequeño se junta con un grupo de estudiantes que planean derrotar a la monarquía y sueña con que su familia salga de la pobreza.
El líder de los estudiantes es un joven aristócrata de nombre Enjolras, un líder nato con debilidad por el alcohol y las mujeres, especialmente por Ayla. Se tiene un odio a muerte con el capitán de la policía: Javert, el hombre que saca de las calles a la muchacha.
Este fragmento corresponde a una de las escenas más tristes de mi historia. Los estudiantes tienen un encuentro con la policía y acaban encerrados en una barricada. Una bala perdida alcanza al pequeño Gavroche en el estómago y delira... Ayla se entera de que los muchachos están atrapados y se cuela por la alcantarilla para rescatar a su hermanito, pero puede que ya sea demasiado tarde...
"Ayla corre por los túneles, rezando, implorando que por una vez en su vida Gavroche la ha obedecido, y que está en casa, esperándola, dormidito en la cama... La joven se arrastra por un viejo túnel y sale a la plaza de Saint Michel, aparta unos barriles que cubrían la entrada del túnel y sale. La niebla y la noche cubren la plaza y le provocan un aire fantasmagórico, una enorme pila de trastos de madera, muebles y otros objetos cubren las dos entradas a la plaza. Junto a una de ellas hay un grupo de personas: Ayla reconoce las chaquetas de los estudiantes, también hay algún que otro campesino que lucha por su libertad. Los chicos forman un corro alrededor de algo que Ayla no puede ver. Empieza a gritar el nombre de su hermano en voz alta y a correr hacia el montón de gente. Enjolras se alza entre sus compañeros y corre hacia ella, la abraza fuertemente impidiéndole el paso hacia la barricada.
-¡Enjolras!-exclama ella mirándole a los ojos- ¿Dónde está? ¿Dónde está mi hermano? Dime que no está aquí, por favor dime que no está aquí...
Al joven se le llenan los ojos de lágrimas y la estrecha contra su pecho. Ayla estalla en llantos.
-¿Qué le ha pasado?-solloza sin despegarse de Enjolras.
-Una bala perdida, le alcanzó mientras construíamos la barricada. Grantaire dice que no durará hasta el amanecer.
-¿Aún vive?-pregunta Ayla con un rayo de esperanza en su mirada.
-Ayla, no durará mucho más. Será mejor que lo dejes estar, sino será aún más difícil...
Ayla ignora el consejo de Enjolras y corre hacia el grupo. Los estudiantes rodean a un joven sentado que tiene un bulto acurrucado en sus brazos. En la barricada hay un par de chicos haciendo guardia, y otro par amontona los cadáveres en un rincón. Ayla se abre pase entre los estudiantes, seguida por Enjolras hasta que alcanza al muchacho que sujeta a su hermano. Ayla coge el bulto en brazos, Grantaire parece resistirse pero un mirada de su líder le hace entregar el pequeño a la chica.
Ayla recoge a Gavroche y se sienta contra la pared, el niño está envuelto con una manta vieja y parece dormido, su respiración es muy debil... La chica le descubre el cuerpo, una tela empapada de rojo le rodea el vientre. Lo vuelve a tapar y lo mece suavemente mientras intenta contener las lágrimas. Gavroche abre los ojos...
-Ayla... -dice debilmente- ¿por qué lloras? He luchado como un héroe...
La chica se traga las lágrimas y le sonríe.
-Estoy muy orgullosa de ti, Gavroche.
Ambos se sonríen... y Gavroche cierra los ojos.
Ayla lo acurruca entre sus brazos y empieza a cantarle una canción. Enjolras, que se ha mantenido ajeno al encuentro, reconoce esa nana... Se la cantaba cuando era niño su querida abuela. Enjolras se une a Ayla en la dulce melodía y toma asiento a su lado, ella apoya la cabeza sobre su hombro. Cantan, cantan y cantan hasta que Ayla se queda dormida. Enjolras la besa en la frente y vela por ella y por el niño toda la noche. La culpa empieza a devorarlo por dentro: ha matado a Gavroche y por él morirán todos sus amigos, morirá Ayla, morirá él. Morirán todos por su culpa... Lo mejor es rendirse y dejar que Javert haga el resto.
Con el amanecer Gavroche tose rotundamente expulsando sangre por su boca. Ayla despierta y Enjolras se pone alerta. El niño tose fuertemente un par de veces más y deja de respirar. Ayla se pone a llorar, abrazada al cuerpecito de su hermano y con Enjolras rodeándola con los brazos...
Los ruidosos cascos de los caballos de la policía resuenan por el otro lado de la barricada. Enjolras mira a sus compañeros: ha llegado la hora."
Mi inspiración para esta historia, ha sido como no mi obra preferida: "Los Miserables" de Victor Hugo.
En mi versión: Ayla es una joven francesa que trabaja en una fábrica textil, por un malentendido la despiden y se prostituye para alimentar a su hermano pequeño; Gavroche. El pequeño se junta con un grupo de estudiantes que planean derrotar a la monarquía y sueña con que su familia salga de la pobreza.
El líder de los estudiantes es un joven aristócrata de nombre Enjolras, un líder nato con debilidad por el alcohol y las mujeres, especialmente por Ayla. Se tiene un odio a muerte con el capitán de la policía: Javert, el hombre que saca de las calles a la muchacha.
Este fragmento corresponde a una de las escenas más tristes de mi historia. Los estudiantes tienen un encuentro con la policía y acaban encerrados en una barricada. Una bala perdida alcanza al pequeño Gavroche en el estómago y delira... Ayla se entera de que los muchachos están atrapados y se cuela por la alcantarilla para rescatar a su hermanito, pero puede que ya sea demasiado tarde...
"Ayla corre por los túneles, rezando, implorando que por una vez en su vida Gavroche la ha obedecido, y que está en casa, esperándola, dormidito en la cama... La joven se arrastra por un viejo túnel y sale a la plaza de Saint Michel, aparta unos barriles que cubrían la entrada del túnel y sale. La niebla y la noche cubren la plaza y le provocan un aire fantasmagórico, una enorme pila de trastos de madera, muebles y otros objetos cubren las dos entradas a la plaza. Junto a una de ellas hay un grupo de personas: Ayla reconoce las chaquetas de los estudiantes, también hay algún que otro campesino que lucha por su libertad. Los chicos forman un corro alrededor de algo que Ayla no puede ver. Empieza a gritar el nombre de su hermano en voz alta y a correr hacia el montón de gente. Enjolras se alza entre sus compañeros y corre hacia ella, la abraza fuertemente impidiéndole el paso hacia la barricada.
-¡Enjolras!-exclama ella mirándole a los ojos- ¿Dónde está? ¿Dónde está mi hermano? Dime que no está aquí, por favor dime que no está aquí...
Al joven se le llenan los ojos de lágrimas y la estrecha contra su pecho. Ayla estalla en llantos.
-¿Qué le ha pasado?-solloza sin despegarse de Enjolras.
-Una bala perdida, le alcanzó mientras construíamos la barricada. Grantaire dice que no durará hasta el amanecer.
-¿Aún vive?-pregunta Ayla con un rayo de esperanza en su mirada.
-Ayla, no durará mucho más. Será mejor que lo dejes estar, sino será aún más difícil...
Ayla ignora el consejo de Enjolras y corre hacia el grupo. Los estudiantes rodean a un joven sentado que tiene un bulto acurrucado en sus brazos. En la barricada hay un par de chicos haciendo guardia, y otro par amontona los cadáveres en un rincón. Ayla se abre pase entre los estudiantes, seguida por Enjolras hasta que alcanza al muchacho que sujeta a su hermano. Ayla coge el bulto en brazos, Grantaire parece resistirse pero un mirada de su líder le hace entregar el pequeño a la chica.
Ayla recoge a Gavroche y se sienta contra la pared, el niño está envuelto con una manta vieja y parece dormido, su respiración es muy debil... La chica le descubre el cuerpo, una tela empapada de rojo le rodea el vientre. Lo vuelve a tapar y lo mece suavemente mientras intenta contener las lágrimas. Gavroche abre los ojos...
-Ayla... -dice debilmente- ¿por qué lloras? He luchado como un héroe...
La chica se traga las lágrimas y le sonríe.
-Estoy muy orgullosa de ti, Gavroche.
Ambos se sonríen... y Gavroche cierra los ojos.
Ayla lo acurruca entre sus brazos y empieza a cantarle una canción. Enjolras, que se ha mantenido ajeno al encuentro, reconoce esa nana... Se la cantaba cuando era niño su querida abuela. Enjolras se une a Ayla en la dulce melodía y toma asiento a su lado, ella apoya la cabeza sobre su hombro. Cantan, cantan y cantan hasta que Ayla se queda dormida. Enjolras la besa en la frente y vela por ella y por el niño toda la noche. La culpa empieza a devorarlo por dentro: ha matado a Gavroche y por él morirán todos sus amigos, morirá Ayla, morirá él. Morirán todos por su culpa... Lo mejor es rendirse y dejar que Javert haga el resto.
Con el amanecer Gavroche tose rotundamente expulsando sangre por su boca. Ayla despierta y Enjolras se pone alerta. El niño tose fuertemente un par de veces más y deja de respirar. Ayla se pone a llorar, abrazada al cuerpecito de su hermano y con Enjolras rodeándola con los brazos...
Los ruidosos cascos de los caballos de la policía resuenan por el otro lado de la barricada. Enjolras mira a sus compañeros: ha llegado la hora."
Me gusta! Este fragmento ha conseguido meterme en la historia y empatizar con Ayla! (Ahora entiendo el nombre de este blog jaja)
ResponderEliminarCuando la acabes yo quiero leerla *.*
Este fragmento ya me a enganchado y metido dentro de la historia 👏👏
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