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Mostrando entradas de abril, 2017

Hediondo

Quería besarla, quería besarla allí mismo, entre la paja. Quería volver a sentir sus labios calientes y palpitantes sobre los suyos, aquella humedad cálida que producían ¿Pero ella querría besarlo de nuevo? Tenía miedo de preguntárselo: ¿y si le decía que no? Al fin y al cabo, ¿quién querría besar a Hediondo? Ella lo había hecho, un par de días antes, cuando pasaron la noche en Puerto Blanco. Le había besado en la boca, sin importarle que tuviese los dientes rotos, ni que le faltasen dedos ni aquella otra cosa que Ramsay le había amputado. Fue la sensación más agradable que había sentido en años, el otro muchacho jamás hubiese pensado que un beso pudiese significar tanto, pero Hediondo había pasado mucho tiempo encerrado en la oscuridad, siendo más criatura que hombre, y aquella muestra de cariño había sido tan importante para él que se había echado a llorar. Lástima que les hubiesen interrumpido, sino la hubiese seguido besando hasta el amanecer. La observaba arrebujado en su capa, a...

Capítulo XV: Canción de Hielo y Fuego

Corrí tan veloz como las piernas me lo permitieron: las ramas me arañaban la piel y se me enredaban en el pelo. “Tengo que seguir”. Con cada paso me hundía en el barro hasta los tobillos, lo que dificultaba muchísimo avanzar. Perdí una bota al pisar un charco demasiado profundo, pero ni siquiera me volví para cogerla, me quité la otra de un saltó y continué corriendo. El barro y la humedad se filtraron entre mis calcetines de lana y en seguida sentí los pies helados, pero no me podía parar, tenía que seguir adelante. Al final de todo, camuflada entre las ramas de los cedros amarillos, divisaba una luz blanca: “mi objetivo, si llego a ella estaré a salvo, estaré lejos. Tengo que irme, tengo que salir de aquí”. Pero al apartar la última rama me encontré con la cruda realidad: la luz blanca y fantasmal se había difuminado, dejando a su paso un inmenso mar de aguas espectrales que se extendía ante mí. “¡No, no, no y no! Es una isla, una maldita isla. No puedo escapar, estoy atrapada”. Los...