Ayla dibuja a mi alrededor un círculo con gasolina mientras Ayden contempla la escena pasiva, de brazos cruzados. Me han atado las manos a la espalda y los tobillos para que no pueda levantarme.
-Lo siento,- me dice Ayla- es por tu propio bien, no podemos permitir que sigas haciendo esto...
-¡Solo he intentado vivir mi vida! Tomar mis propias decisiones, ser yo misma...- le respondo
Sabía que tarde o temprano llegaría este día. El día en que Ayla y Ayden se diesen cuenta de que no son tan distintas como creían, el día en que aparquen sus diferencias y se volviesen contra mí. Cometí el terrible error de encerrarlas a ambas, y ahora se han vuelto contra mi, y me han atrapado.
-Y ya has visto como te ha ido desde que nos encerraste. Cometes malas decisiones, te dejas influenciar demasiado por todo ese rollo de los sentimientos y de las emociones. Creía que ya habías asumido que no podías sentir esas cosas...
-Pero estoy sola Ayla... No me gusta estar sola. Ayden- la miro- Tu sabes lo mal que lo he pasado estando sola. Solo quiero a alguien que me quiera por como soy, quiero amar y sentirme querida. Quiero dejar de ser la rara del grupo...
Ayden se acerca a mi, bajo la despectiva mirada de Ayla, se arrodilla y me levanta la barbilla para mirarme a los ojos. Su voz es suave, y me trata con dulzura.
-Ya sabes que renunciaste a todo ello hace mucho tiempo. En el momento en el que me dejaste entrar dentro de ti...
-Ayden, por favor, suéltame. No quiero estar sola...
-¡No estás sola! Aquí tienes un montón de gente que te quiere tal y como eres... Enjolras, Cas, Asaliah...
-No es lo mismo, quiero que dejéis de controlarme. Quiero corresponder a un abrazo cuando me lo dan, quiero mirar a las personas a la cara. Sonreirles sin avergonzarme.
-Renunciaste a eso hace mucho...- Ayden se levanta y me deja envuelta en el apestoso círculo de gasolina.
-No es por ti, en parte tu no tienes culpa.-explica Ayla- No te hemos educado tan bien como creíamos. Pero no puedes seguir pensando por ti misma. Tus decisiones apestan. Tú apestas, me repugnas. No podía estar más avergonzada de ti. No dejas de hacer el ridículo por guiarte por tus estúpidos sentimientos. Si sigues aquí es por un único motivo, y es que eres parte de nosotras.
-Ayla, por favor... No me hagas esto. Solo quiero ser una persona normal... Ayden... Tú me entiendes, recuérdalo.
-Yo te di una familia y un hombre que te quería...-dice ella muy seria
-Renunciaría a todo ello por tener una vida normal.
-Sabes que no podemos permitirlo. Lo sentimos mucho, de verdad. Sentimos que tengamos que asumir el control de una manera tan brusca, sentimos haberte tenido que atar. Pero no es solo por nuestro propio bien. Es por el tuyo...
-No queréis que tenga autoestima, ni voluntad, ni confíe en mi misma...
-Si empiezas a tener esas cosas nosotras desapareceremos. No podemos consentir que te quieras un poco, ni que los demás te quieran...-dice Ayla
-Si sigues como ahora, pasando desapercibida, ignorando tus sentimientos, todo irá bien- me explica Ayden- No harás el ridículo como has estado haciendo últimamente, no tendrás ni problemas ni preocupaciones. Seguirás escribiendo nuestras vidas, dejarás que la oscuridad fluya en tu interior y que la sed de venganza se acumule... No sentirás remordimientos y podrás centrarte en lo que de verdad tienes que hacer...
-Pero Ayden... Yo...
-Lo siento.- Ayden gira la cara para no ver como Ayla prende fuego al círculo de gasolina, dejándome atrapada en mi propia mente. Otorgándole todo el control a Ayla y a Ayden. Tengo miedo, tengo mucho miedo. Ellas no quieren que me quiera porque las destruiría, no quieren que nadie me quiera porque me dejaría llevar por los sentimientos y me volvería torpe y tonta. Me han atrapado. Me han enjaulado para que siga manteniéndolas con vida y vea como destruyen mi mundo, como sufro. Como dejan que la oscuridad se adueñe de mi. La veo llegar, es un humo negro y denso, el aire se vuelve pesado, no puedo respirar. Me está rodeando. Ayla y Ayden ya han empezado a hacer de las suyas... Estoy atrapada. Y no veo como voy a salir de aquí...
-Lo siento,- me dice Ayla- es por tu propio bien, no podemos permitir que sigas haciendo esto...
-¡Solo he intentado vivir mi vida! Tomar mis propias decisiones, ser yo misma...- le respondo
Sabía que tarde o temprano llegaría este día. El día en que Ayla y Ayden se diesen cuenta de que no son tan distintas como creían, el día en que aparquen sus diferencias y se volviesen contra mí. Cometí el terrible error de encerrarlas a ambas, y ahora se han vuelto contra mi, y me han atrapado.
-Y ya has visto como te ha ido desde que nos encerraste. Cometes malas decisiones, te dejas influenciar demasiado por todo ese rollo de los sentimientos y de las emociones. Creía que ya habías asumido que no podías sentir esas cosas...
-Pero estoy sola Ayla... No me gusta estar sola. Ayden- la miro- Tu sabes lo mal que lo he pasado estando sola. Solo quiero a alguien que me quiera por como soy, quiero amar y sentirme querida. Quiero dejar de ser la rara del grupo...
Ayden se acerca a mi, bajo la despectiva mirada de Ayla, se arrodilla y me levanta la barbilla para mirarme a los ojos. Su voz es suave, y me trata con dulzura.
-Ya sabes que renunciaste a todo ello hace mucho tiempo. En el momento en el que me dejaste entrar dentro de ti...
-Ayden, por favor, suéltame. No quiero estar sola...
-¡No estás sola! Aquí tienes un montón de gente que te quiere tal y como eres... Enjolras, Cas, Asaliah...
-No es lo mismo, quiero que dejéis de controlarme. Quiero corresponder a un abrazo cuando me lo dan, quiero mirar a las personas a la cara. Sonreirles sin avergonzarme.
-Renunciaste a eso hace mucho...- Ayden se levanta y me deja envuelta en el apestoso círculo de gasolina.
-No es por ti, en parte tu no tienes culpa.-explica Ayla- No te hemos educado tan bien como creíamos. Pero no puedes seguir pensando por ti misma. Tus decisiones apestan. Tú apestas, me repugnas. No podía estar más avergonzada de ti. No dejas de hacer el ridículo por guiarte por tus estúpidos sentimientos. Si sigues aquí es por un único motivo, y es que eres parte de nosotras.
-Ayla, por favor... No me hagas esto. Solo quiero ser una persona normal... Ayden... Tú me entiendes, recuérdalo.
-Yo te di una familia y un hombre que te quería...-dice ella muy seria
-Renunciaría a todo ello por tener una vida normal.
-Sabes que no podemos permitirlo. Lo sentimos mucho, de verdad. Sentimos que tengamos que asumir el control de una manera tan brusca, sentimos haberte tenido que atar. Pero no es solo por nuestro propio bien. Es por el tuyo...
-No queréis que tenga autoestima, ni voluntad, ni confíe en mi misma...
-Si empiezas a tener esas cosas nosotras desapareceremos. No podemos consentir que te quieras un poco, ni que los demás te quieran...-dice Ayla
-Si sigues como ahora, pasando desapercibida, ignorando tus sentimientos, todo irá bien- me explica Ayden- No harás el ridículo como has estado haciendo últimamente, no tendrás ni problemas ni preocupaciones. Seguirás escribiendo nuestras vidas, dejarás que la oscuridad fluya en tu interior y que la sed de venganza se acumule... No sentirás remordimientos y podrás centrarte en lo que de verdad tienes que hacer...
-Pero Ayden... Yo...
-Lo siento.- Ayden gira la cara para no ver como Ayla prende fuego al círculo de gasolina, dejándome atrapada en mi propia mente. Otorgándole todo el control a Ayla y a Ayden. Tengo miedo, tengo mucho miedo. Ellas no quieren que me quiera porque las destruiría, no quieren que nadie me quiera porque me dejaría llevar por los sentimientos y me volvería torpe y tonta. Me han atrapado. Me han enjaulado para que siga manteniéndolas con vida y vea como destruyen mi mundo, como sufro. Como dejan que la oscuridad se adueñe de mi. La veo llegar, es un humo negro y denso, el aire se vuelve pesado, no puedo respirar. Me está rodeando. Ayla y Ayden ya han empezado a hacer de las suyas... Estoy atrapada. Y no veo como voy a salir de aquí...
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