Basado en el episodio 5x04 y 11x18
Dean no se podía creer lo que iba a hacer ese hijo de puta, especialmente porque ese cabronazo era él mismo, solo que cinco años después. ¿Cómo lo había permitido? El mundo se había acabado, el croaton azotaba la humanidad y el cuerpo de Sam servía de recipiente a Lucifer... ¿En qué momento había dejado que Sam dijese 'si'? Y no solo eso, sino que ahora, iba a matarlo usando a sus amigos como cebo... Dean se levantó violentamente de su camastro y dio una patada al taburete que había a su lado. No iba a permitirlo, puede que el Dean Winchester del 2014 fuese un cretino, pero el de 2009 no iba a poner la vida de sus amigos por sus errores, aunque no sabía ni la mitad de errores que había cometido, nadie iba a morir por su culpa, y no se pensaba quedar parado de brazos cruzados viendo como ese gilipollas mataba a Sam, a Cas, a Chuck... Cogió su camisa y dio un portazo al salir.
Era media noche cuando comenzó a caminar por la oscuridad del silencioso campamento, a lo lejos: oía fumar a los guardias, el chasquido de sus trabucos, sus risas y sus charlas subidas de tonos. Atravesó las cabañas de madera con marcha rápida, hasta plantarse delante de las cuatro paredes de madera que formaban la choza de Cas. Subió los chirriantes escalones y corrió la cortina roída que ejercía de puerta. La luz de la luna iluminó la única estancia de la cabaña, y Dean no dio crédito a lo que vieron sus ojos. Castiel estaba recostado en el suelo, ha su lado yacía Ayden, dormida, arropada por una vieja manta. El ángel ni siquiera se inmutó cuando Dean corrió cortina, solo lo miró con su habitual rostro de tranquilidad y sus tristes ojos azules:
-Cierra la cortina o entrarán mosquitos...
-Cas ¿qué está pasando aquí?-gritó Dean.
-Shhh... Baja la voz-ordenó Cas-le cuesta conciliar el sueño.
Se levantó lentamente y con mucho cuidado de no despertar a Ayden y se salió al porche. Dean no podía creer como Cas se había degradado tanto: el pelo sucio le caía sobre la frente, lucía una descuidada barba de varios días y unas oscuras ojeras. Vestía harapos sucios en lugar de su característica gabardina y su traje.
-¿Qué coño está haciendo Ayden aquí?-repitió Dean.
-Vive aquí, yo cuido de ella...
-¿Qué tú qué?-se sobresaltó el primogénito de los Winchester mientras Cas le hacía señales para que volviese a bajar el tono.
Dean observó a su hermanita apoyando el ojo en el marco de la puerta: dormía plácidamente sobre una esterilla. La manta vieja le cubría hasta la cintura, llevaba puesta una camiseta de tirantes que antaño debía de ser blanca, pero que ahora oscilaba entre el gris y el marrón. El cabello rubio le caía desordenado por la mejilla, acariciando sus suaves y pálidos pómulos. El chico pensó en su madre, en como se parecía Ayden a ella, en realidad, tanto el mayor de los hermanos como la joven compartían, no solo los rasgos físicos como el cabello claro y los ojos esmeralda de los Campbell de Lawrence, sino también su carácter: la pasión por la caza y el deber con la familia. Sam era diferente, tenía el cabello oscuro y los ojos azules de los Winchester de Lebannon, así como su deber con el trabajo, sin ataduras personales, solo la recompensa de una labor bien hecha.
-Tú estabas demasiado ocupado con todo lo de Sam, los Crods y organizar la resistencia, no tenías tiempo para ocuparte de Ayden. Así que cuando cayó enferma...- Castiel la miró apenado- yo cuidé de ella.
-¿Ayden se puso enferma?-preguntó asustado, con los ojos abiertos como platos-¿Qué le sucedió?
-Malaria.
-¿Malaria? ¡No hay malaria en Estados Unidos!
-Ahora si. Un hospital no muy lejos de aquí tenía algunas vacunas en fase I. Decían que era 100% eficaz. Te pedí hombres para conseguirla, pero dijiste que no podías prescindir de nadie en un momento como este... Pero no me rendí-el tono de voz de Cas era exageradamente agudo y no ronco como lo era habitualmente, quizá por efecto de la cantidad de pastillas que tomaba últimamente- y fui solo en su busca,-miró como la joven se revolvía en su esterilla- se que ella hubiese hecho lo mismo por mi...
"¡Soy un completo idiota!" pensó Dean para sus adentros, si Ayden estuviese enferma él mismo hubiese recorrido cielo y tierra para salvarla... Un silencio incómodo se formó entre ambos, la suave brisa les alborotó el cabello y un grilló cantó entre las hierbas.
-¿Cas? ¿Va todo bien?-Ayden se asomó por la puerta, envuelta en una manta, aunque su hermano puedo distinguir perfectamente que no llevaba pantalones. Se habían acostado, Dean se preguntó si habría sido algo de una sola noche o si sería una práctica habitual entre ambos. Más tarde averiguaría que se amaban de una manera sobrenatural. Castiel la envolvió entre sus brazos y le besó la frente tiernamente.
-Si, todo va bien...
Dean y Cas se miraron. Dean pudo ver claramente como el ángel velaba al lado de la cama de Ayden, como le limpiaba el cuerpo con un trapo húmedo, y como la sujetaba para ayudarle a beber. La muchacha miró a su hermano:
-No sabía que estabas aquí. Siento haberos molestado... Ya me voy-de disculpó ella.
-No.-Dean tiró de ella suavemente. La miró un instante a los ojos y la estrechó contra su pecho. Sujetó su cara con ambas manos y le acarició los pómulos con los pulgares.-Ayden, dime una cosa... ¿Cas te trata bien? Quiero decir... ¿Estás bien? ¿Cuida bien de ti?
Ella lo miró y sonrió:
-No te preocupes Dean, Castiel es mi ángel de la guardia, bueno, es mi ángel con escopeta...
Volvió a abrazarla. Ayden no entendía nada, pero le encantaba que su hermano se preocupase por ella y le dedicase tanta atención.
-Cas, prométeme una cosa-Castiel asintió-Si alguna vez me ocurre algo, prométeme que cuidarás de Ayden, que harás todo lo que sea para que esté bien, para que esté a salvo...
-Dean,-susurró él-ya sabes que...
-Tú solo, cuida de ella, prométemelo...
-Te lo prometo.-dijo él asintiendo.
* * *
Las palabras de Cas seguían resonando en su mente siete años después, habían evitado el fin del mundo, al menos en aquella ocasión, pero ahora estaban metidos en un lío tremendamente peor, si no tenían suficiente con Amara, Lucifer se había escapado de su jaula y andaba recorriendo la faz de la tierra en el cuerpo de Castiel. El hermano mayor miraba como la menor estaba sentada frente a una de las ventanas de la biblioteca del búnker, su lugar favorito. Ayden miraba hacia fuera, las gotas repiqueteaban contra el cristal y el sonido de la lluvia relajaba el tenso ambiente que se había generado en la fortaleza. La joven estaba envuelta en una manta, con el largo cabello rubio recorriéndole la espalda, con los ojos llenos de lágrimas. Sufría demasiado por Cas, y no solo le dolía que hubiese dicho 'si' a Lucifer, sino que en su intento de traerlo de vuelta él se hubiese negado a volver. Dean se acercó a su hermana y le tendió una taza humeante de café. Ella se frotó los ojos con la manta y cogió la taza sin apartar la vista del cristal. El chico se sentó a su lado y se mantuvo en silencio un rato hasta que se decidió a hablarle.
-Ayden...-susurró con la voz temblorosa. Ella le miró a los ojos-Él está cuidando de ti...
Dean no se podía creer lo que iba a hacer ese hijo de puta, especialmente porque ese cabronazo era él mismo, solo que cinco años después. ¿Cómo lo había permitido? El mundo se había acabado, el croaton azotaba la humanidad y el cuerpo de Sam servía de recipiente a Lucifer... ¿En qué momento había dejado que Sam dijese 'si'? Y no solo eso, sino que ahora, iba a matarlo usando a sus amigos como cebo... Dean se levantó violentamente de su camastro y dio una patada al taburete que había a su lado. No iba a permitirlo, puede que el Dean Winchester del 2014 fuese un cretino, pero el de 2009 no iba a poner la vida de sus amigos por sus errores, aunque no sabía ni la mitad de errores que había cometido, nadie iba a morir por su culpa, y no se pensaba quedar parado de brazos cruzados viendo como ese gilipollas mataba a Sam, a Cas, a Chuck... Cogió su camisa y dio un portazo al salir.
Dean (Jensen Ackles) viaja a un futuro apocalítpico donde Sam está poseído por el demonio y Ayden ha caído gravemente enferma. |
Era media noche cuando comenzó a caminar por la oscuridad del silencioso campamento, a lo lejos: oía fumar a los guardias, el chasquido de sus trabucos, sus risas y sus charlas subidas de tonos. Atravesó las cabañas de madera con marcha rápida, hasta plantarse delante de las cuatro paredes de madera que formaban la choza de Cas. Subió los chirriantes escalones y corrió la cortina roída que ejercía de puerta. La luz de la luna iluminó la única estancia de la cabaña, y Dean no dio crédito a lo que vieron sus ojos. Castiel estaba recostado en el suelo, ha su lado yacía Ayden, dormida, arropada por una vieja manta. El ángel ni siquiera se inmutó cuando Dean corrió cortina, solo lo miró con su habitual rostro de tranquilidad y sus tristes ojos azules:
-Cierra la cortina o entrarán mosquitos...
-Cas ¿qué está pasando aquí?-gritó Dean.
-Shhh... Baja la voz-ordenó Cas-le cuesta conciliar el sueño.
Se levantó lentamente y con mucho cuidado de no despertar a Ayden y se salió al porche. Dean no podía creer como Cas se había degradado tanto: el pelo sucio le caía sobre la frente, lucía una descuidada barba de varios días y unas oscuras ojeras. Vestía harapos sucios en lugar de su característica gabardina y su traje.
-¿Qué coño está haciendo Ayden aquí?-repitió Dean.
-Vive aquí, yo cuido de ella...
-¿Qué tú qué?-se sobresaltó el primogénito de los Winchester mientras Cas le hacía señales para que volviese a bajar el tono.
Dean observó a su hermanita apoyando el ojo en el marco de la puerta: dormía plácidamente sobre una esterilla. La manta vieja le cubría hasta la cintura, llevaba puesta una camiseta de tirantes que antaño debía de ser blanca, pero que ahora oscilaba entre el gris y el marrón. El cabello rubio le caía desordenado por la mejilla, acariciando sus suaves y pálidos pómulos. El chico pensó en su madre, en como se parecía Ayden a ella, en realidad, tanto el mayor de los hermanos como la joven compartían, no solo los rasgos físicos como el cabello claro y los ojos esmeralda de los Campbell de Lawrence, sino también su carácter: la pasión por la caza y el deber con la familia. Sam era diferente, tenía el cabello oscuro y los ojos azules de los Winchester de Lebannon, así como su deber con el trabajo, sin ataduras personales, solo la recompensa de una labor bien hecha.
-Tú estabas demasiado ocupado con todo lo de Sam, los Crods y organizar la resistencia, no tenías tiempo para ocuparte de Ayden. Así que cuando cayó enferma...- Castiel la miró apenado- yo cuidé de ella.
-¿Ayden se puso enferma?-preguntó asustado, con los ojos abiertos como platos-¿Qué le sucedió?
-Malaria.
-¿Malaria? ¡No hay malaria en Estados Unidos!
-Ahora si. Un hospital no muy lejos de aquí tenía algunas vacunas en fase I. Decían que era 100% eficaz. Te pedí hombres para conseguirla, pero dijiste que no podías prescindir de nadie en un momento como este... Pero no me rendí-el tono de voz de Cas era exageradamente agudo y no ronco como lo era habitualmente, quizá por efecto de la cantidad de pastillas que tomaba últimamente- y fui solo en su busca,-miró como la joven se revolvía en su esterilla- se que ella hubiese hecho lo mismo por mi...
"¡Soy un completo idiota!" pensó Dean para sus adentros, si Ayden estuviese enferma él mismo hubiese recorrido cielo y tierra para salvarla... Un silencio incómodo se formó entre ambos, la suave brisa les alborotó el cabello y un grilló cantó entre las hierbas.
-¿Cas? ¿Va todo bien?-Ayden se asomó por la puerta, envuelta en una manta, aunque su hermano puedo distinguir perfectamente que no llevaba pantalones. Se habían acostado, Dean se preguntó si habría sido algo de una sola noche o si sería una práctica habitual entre ambos. Más tarde averiguaría que se amaban de una manera sobrenatural. Castiel la envolvió entre sus brazos y le besó la frente tiernamente.
-Si, todo va bien...
Dean y Cas se miraron. Dean pudo ver claramente como el ángel velaba al lado de la cama de Ayden, como le limpiaba el cuerpo con un trapo húmedo, y como la sujetaba para ayudarle a beber. La muchacha miró a su hermano:
-No sabía que estabas aquí. Siento haberos molestado... Ya me voy-de disculpó ella.
-No.-Dean tiró de ella suavemente. La miró un instante a los ojos y la estrechó contra su pecho. Sujetó su cara con ambas manos y le acarició los pómulos con los pulgares.-Ayden, dime una cosa... ¿Cas te trata bien? Quiero decir... ¿Estás bien? ¿Cuida bien de ti?
Ella lo miró y sonrió:
-No te preocupes Dean, Castiel es mi ángel de la guardia, bueno, es mi ángel con escopeta...
Volvió a abrazarla. Ayden no entendía nada, pero le encantaba que su hermano se preocupase por ella y le dedicase tanta atención.
Castiel (Misha Collins) promete a Dean que siempre cuidará de Ayden |
-Cas, prométeme una cosa-Castiel asintió-Si alguna vez me ocurre algo, prométeme que cuidarás de Ayden, que harás todo lo que sea para que esté bien, para que esté a salvo...
-Dean,-susurró él-ya sabes que...
-Tú solo, cuida de ella, prométemelo...
-Te lo prometo.-dijo él asintiendo.
* * *
Las palabras de Cas seguían resonando en su mente siete años después, habían evitado el fin del mundo, al menos en aquella ocasión, pero ahora estaban metidos en un lío tremendamente peor, si no tenían suficiente con Amara, Lucifer se había escapado de su jaula y andaba recorriendo la faz de la tierra en el cuerpo de Castiel. El hermano mayor miraba como la menor estaba sentada frente a una de las ventanas de la biblioteca del búnker, su lugar favorito. Ayden miraba hacia fuera, las gotas repiqueteaban contra el cristal y el sonido de la lluvia relajaba el tenso ambiente que se había generado en la fortaleza. La joven estaba envuelta en una manta, con el largo cabello rubio recorriéndole la espalda, con los ojos llenos de lágrimas. Sufría demasiado por Cas, y no solo le dolía que hubiese dicho 'si' a Lucifer, sino que en su intento de traerlo de vuelta él se hubiese negado a volver. Dean se acercó a su hermana y le tendió una taza humeante de café. Ella se frotó los ojos con la manta y cogió la taza sin apartar la vista del cristal. El chico se sentó a su lado y se mantuvo en silencio un rato hasta que se decidió a hablarle.
-Ayden...-susurró con la voz temblorosa. Ella le miró a los ojos-Él está cuidando de ti...
Me gusta mucho Ayden y la relación que tiene con Castiel. Me encanta <3 Estaré esperando más de tus historias :D
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Bye!