Durante las siguientes semanas seguí acostándome con Ayla, ella cada día se habría más a mí... Estaba muy sola, y se sentía muy sola. Yo la quería, la quería para mí. Pero ella, ella solo me hacía el amor y me hablaba... Era su amante y su psicólogo, pero ella no era mía, y yo quería que fuese mía, y solo para mí.
Una mañana la vi llegar a clase, con su carpeta y su mochila, como cada día. Miraba el suelo, distraída, evitando las miradas de sus compañeros, de repente un chico alto y rubio tropezó con ella, a Ayla se le cayeron las cosas y ambos se agacharon a recogerlas. Tuve que contenerme para no ir a ayudarla, nadie podía saber que quería que fuese mía... Pero tendría que escarmentar a ese chico, nadie podía tocar a Ayla...
Mientras ambos estaban en el suelo el muchacho la miró, soltó la carpeta y se alejó. Ayla se quedó en el suelo, cogiendo sus cosas, con el cabello ocultándole medio rostro. Otro chico con gafas, al que había visto a menudo con ella, se acercó rápidamente cuando vio la reacción del otro y levantó a Ayla del suelo. Vi como la miraba ese chico con gafas, la miraba como yo... Él también quería que fuese suya.
Le envié un e-mail a Ayla, era la manera que teníamos de comunicarnos: "¿Podemos vernos hoy?" "Si". Respondió.
Hicimos el amor, yo sobre ella, de ese modo me hacia sentir que en algún momento del día si que era mía. Le acaricié el hombro y el brazo y le pregunté sobre el chico con el que había tropezado.
-Solo es Johnny, el típico chico "popu", nos acostamos algunas veces el año pasado. Pero se avergonzaba de mí y me ocultaba, no me sentó bien. Y lo dejamos.
-¿Te gusta, verdad?
-¿Johnny? Por favor... Solo es una cara bonita, a mi me gustan los hombre de verdad- se giró hacia mi y enrojecí.
-A tu amigo de gafas le gustas
-¿A Drew?- ella enrojeció y lo entendí todo- Solo es un amigo... Un buen amigo
-He visto como te mira.
-Ha tenido la oportunidad y no la ha aprovechado... Estaba borracha y dispuesta a todo con él... Y me rechazó...
-Será un chico decente
-Y que no le gusto. No es nada nuevo... Estoy acostumbrada.
Ayla se levantó y se vistió.
-Será mejor que te vayas...
Sentí miedo, sentí terror de no volver a estar con ella. Le gustaba ese tal Drew, no era guapo, ni atlético como Johnny, era más bien como yo... ¿Por eso se acostaría conmigo? ¿Por qué le recordaba a Drew? Ese chico se interponía entre Ayla y yo... Ella quería ser suya y yo estaba convencido de que él también lo quería... Era más lógico, tenían la misma edad, se conocían, iban a la misma clase... Pero no podía ser... Él había tenido más voluntad que yo, él la había rechazado, era imposible rechazar a Ayla Hurst, ¿cómo se ha atrevido a hacer daño a mi pequeña? Lo que estaba claro es que ese hijo de puta no podría salir airoso... nadie decía que no a mi Ayla, nadie se interpondría entre ella y yo. Nadie.
Una mañana la vi llegar a clase, con su carpeta y su mochila, como cada día. Miraba el suelo, distraída, evitando las miradas de sus compañeros, de repente un chico alto y rubio tropezó con ella, a Ayla se le cayeron las cosas y ambos se agacharon a recogerlas. Tuve que contenerme para no ir a ayudarla, nadie podía saber que quería que fuese mía... Pero tendría que escarmentar a ese chico, nadie podía tocar a Ayla...
Mientras ambos estaban en el suelo el muchacho la miró, soltó la carpeta y se alejó. Ayla se quedó en el suelo, cogiendo sus cosas, con el cabello ocultándole medio rostro. Otro chico con gafas, al que había visto a menudo con ella, se acercó rápidamente cuando vio la reacción del otro y levantó a Ayla del suelo. Vi como la miraba ese chico con gafas, la miraba como yo... Él también quería que fuese suya.
Le envié un e-mail a Ayla, era la manera que teníamos de comunicarnos: "¿Podemos vernos hoy?" "Si". Respondió.
Hicimos el amor, yo sobre ella, de ese modo me hacia sentir que en algún momento del día si que era mía. Le acaricié el hombro y el brazo y le pregunté sobre el chico con el que había tropezado.
-Solo es Johnny, el típico chico "popu", nos acostamos algunas veces el año pasado. Pero se avergonzaba de mí y me ocultaba, no me sentó bien. Y lo dejamos.
-¿Te gusta, verdad?
-¿Johnny? Por favor... Solo es una cara bonita, a mi me gustan los hombre de verdad- se giró hacia mi y enrojecí.
-A tu amigo de gafas le gustas
-¿A Drew?- ella enrojeció y lo entendí todo- Solo es un amigo... Un buen amigo
-He visto como te mira.
-Ha tenido la oportunidad y no la ha aprovechado... Estaba borracha y dispuesta a todo con él... Y me rechazó...
-Será un chico decente
-Y que no le gusto. No es nada nuevo... Estoy acostumbrada.
Ayla se levantó y se vistió.
-Será mejor que te vayas...
Sentí miedo, sentí terror de no volver a estar con ella. Le gustaba ese tal Drew, no era guapo, ni atlético como Johnny, era más bien como yo... ¿Por eso se acostaría conmigo? ¿Por qué le recordaba a Drew? Ese chico se interponía entre Ayla y yo... Ella quería ser suya y yo estaba convencido de que él también lo quería... Era más lógico, tenían la misma edad, se conocían, iban a la misma clase... Pero no podía ser... Él había tenido más voluntad que yo, él la había rechazado, era imposible rechazar a Ayla Hurst, ¿cómo se ha atrevido a hacer daño a mi pequeña? Lo que estaba claro es que ese hijo de puta no podría salir airoso... nadie decía que no a mi Ayla, nadie se interpondría entre ella y yo. Nadie.
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