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La Barricada II

El otro día, ojeando las visitas me di cuenta de que La Barricada es una de las entradas más leídas, quizá por qué fue la primera vez que compartí las historias de Ayla, o por el morbo de la situación con la muerte del niño en brazos de su hermana.
Pues bien, he decidido seguir este artículo allí donde lo dejé en La Barricada, recordamos, Ayla va en busca de Gavroche que se ha unido a la revuelta de los Amigos y una bala perdida le alcanza mientras construyen la barricada. El pequeño muere al amanecer en los brazos de su hermana, rodeados por el abrazo protector de Enjolras.

"Los cascos se detienen al otro lado de la barricada, una voz rompe el silencio de la madrugada parisina:

-¡Os habla el ejército, ahora escuchad! Se os acusa de traición a la corona y a todo el pueblo francés. Rendiros ahora y tendréis un juicio justo. Tenemos orden de disparas si os resistís. ¡Rendiros, no seáis idiotas!

Los Amigos se miran entre si, esperan una señal de su líder. Enjolras mira a Ayla, acurrucada en sus brazos y se levanta despacio. Esperan una orden, pero nada, Enjolras solo mira la barricada. Un cañonazo revienta la barrera, Grantaire toma la iniciativa.

-¡A las armas! ¡Viva Francia!

-¡Viva!-gritan los estudiantes cogiendo sus miserables fusiles y enfrentándose a los cañonazos de la policía.

Es una masacre, los disparos y los cañones resuenan por París. Los escombros vuelan por la Plaza de Saint Michel y las explosiones ahogan los gritos de dolor cuando una bala impacta contra un cuerpo. Los estudiantes van perdiendo, pero no se rinden, luchan hasta el final y la policía no tiene piedad. Enjolras se mantiene al margen. Ayla y Enjolras se mantienen al margen, ella se ha ocultado detrás de una columna, con el cuerpo tibio de Gavroche en brazos. Enjolras la mira, quiere decirle algo, pero no le salen las palabras... De repente avanza, avanza hacia la barricada, hacia la muerte. A Ayla tampoco le salen las palabras. Enjolras camina, sin rumbo, con la mirada perdida. Se mezcla entre el polvo de la batalla y Ayla lo pierde de vista.
El muchacho sigue avanzando, totalmente desarmado, hacia la barricada, hacia su sueño que se va deshaciendo en escombros. Los restos de la barricada le cortan la piel desnuda, y una bala le roza el brazo derecho, un dolor punzante le recorre el cuerpo, Enjolras se detiene por un momento y se sujeta el brazo. Aprieta los dientes y sigue avanzando, penosamente, hacia su meta. Los escombros le golpean, le arañan y el dolor del brazo es cada vez más insoportable. De repente una bala le alcanza el abdomen y cae.

Ayla está decidida a escapar por el túnel con el cuerpo de Gavroche. Deja al niño en el suelo, envuelto en su manta y aparta los barriles que tapan la entrada. Vuelve a echar un vistazo hacia la batalla, ve como un grupo de chicos entra dentro del Café ABC perseguidos por la policía. Hay chicos muertos y moribundos por todos lados, es el Fin de los Amigos. Ayla ve caer a un muchacho cerca de la barricada, un muchacho con una conocida chaqueta roja...

-Enjolras... susurra.

Deja el cuerpo del niño junto a los barriles y corre hacia Enjolras, la policía está rodeando el Café y apenas prestan atención a la joven que corre descalza hacia la barricada. Ayla se arrodilla frente a Enjolras, le sujeta la cara y le zarandea para que despierte. Ve la camisa empapada de sangre y va la herida de bala, en el mismo sitio que la herida de Gavroche.

-No, por favor, tu no. No me podéis abandonar los dos... -le suplica- Enjolras por favor, despierta.

Una tos seca y los ojos se le iluminan. Respira. Enjolras respira, esta muy débil y está perdiendo mucha sangre. Pero respira. Ayla le rompe una manga de la camisa y la usa para intentar parar la hemorragia. Luego lo levanta con todas sus fuerzas y medio arrastrándolo lo lleva hacia el túnel. Deja a Enjolras en el suelo y acaba de apartar los barriles, de repente ve el cuerpo de Gavroche envuelto en la manta y se da cuenta de que no puede llevarlos a los dos. Enjolras es más alto que ella y ya le cuesta arrastrarlo. Tiene que decidir. Recoger el cuerpo de Gavroche y poder enterrarlo en cristiana sepultura junto a su madre o arrastrar al malherido Enjolras y darle una oportunidad.
Es la decisión más difícil de su vida. Ayla llora, llora porqué sabe que es lo que va a hacer y no le gusta nada. Se acerca al cuerpecito de Gavroche y lo desenvuelve de la manta, le quita su preciada chaqueta de estudiante, la suejta frente a su rostro y llora desconsolada. Después vuelve a envolver a Gavroche, le acaricia la cara y le besa la frente. Después corre hacia Enjolras y lo arrastra por el túnel."

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